¿Por qué las heridas no deben dejarse al aire?

Existe una creencia muy extendida: “Si dejo la herida al aire, cicatriza más rápido”. Sin embargo, la ciencia y la experiencia clínica han demostrado lo contrario.

Cuando una herida —y en especial una herida en pie diabético— se deja expuesta, aumenta el riesgo de:

• Infección: las bacterias entran con facilidad.

• Retraso en la cicatrización: el tejido se reseca y pierde capacidad de regeneración.

• Dolor y complicaciones: una herida abierta es más vulnerable a traumatismos y contaminación.

La clave es mantener un ambiente húmedo y protegido. Al cubrir la herida con apósitos adecuados, se logra:

• Controlar la humedad óptima para que las células cicatricen más rápido.

• Reducir la proliferación bacteriana.

• Favorecer la formación de tejido nuevo.

En el caso del pie diabético, donde las heridas tienen mayor dificultad para sanar, el cubrimiento con apósitos especializados y el seguimiento médico son indispensables.

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